domingo, 21 de septiembre de 2008

Magia en Vitoria. XX Magialdia 2008


¡Menudo fin de semana largo! Largo porque para mí empezó el pasado miércoles 17 de septiembre. Tras mis obligaciones diarias ya tenía en mente la idea de "vacaciones mágicas". El jueves por la mañana partí hacia Vitoria con menudo trío: Carlos Vinuesa, Michael Díaz y Letang. Llegamos a la hora de comer, dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos de pintxos como mandan los cánones, listos para empezar a integrarnos en la vigésima edición del mejor festival mágico de Europa. Nos reunimos con Trifu y comenzamos a dispersarnos por los escaparates donde se apostaban los magos del festival para deleitar al público con su arte. Manipulación, escena, close-up... Hubo un poco de todo, con percances in situ incluidos, pero sobre todo mucha ilusión, que de eso se trata. Es cierto que vimos más de los que esperábamos, pero no pudimos verlos todos, claro. Nos quedamos con Eduardo Galeano, Sylvester The Jester, Marc Oberon, Otto Wessely y Jean Pierre Vallarino. Eso sí, nos pegamos una buena paliza a caminar por las calles de Gasteiz, y la verdad es que tampoco fue desagradable, porque debo decir que Vitoria es una ciudad que me encanta. Lástima que no nos diera tiempo a ver a Johan Lorbeer, el artista que levita a unos tres metros de altura apoyado en una pared. Todo un lujazo para la vista, porque realmente es impresionante (al menos lo es en las fotos, así que en directo debe de ser una pasada).

Después de eso, una cena en el mítico 7 donde nos zampamos unos bocatas de escándalo, y luego a prepararse los que aún teníamos ganas para continuar la fiesta en un par de bares haciendo magia al personal (y ganándonos las copas, dicho sea de paso). Guardando algunas fuerzas para los días que nos quedaban, que prometían ser intensos, nos fuimos a dormir.

Al día siguiente empezaba lo bueno, conferencias mañana y tarde y gala de cerca. Huelga decir que David Williamson hizo de las suyas, y huelga decir que lo pasamos en grande, pero fue todo un placer volver a encontrarme con él y darnos un gran abrazo y que me presentara a su sobrino. Saludar de nuevo a Luigi y conocer a Bernard Bilis y a Johnny Thompson fue para mí un honor. Realmente disfruté ese día, sobre todo con la gala de magia de cerca presentada por Alberto de Figueiredo, que se comió, cómo no, el escenario. Martin Eisele realizó matrix increíbles con cartas y monedas de todos los tamaños, e incluso con dados. Gaston demostró por qué se llevó el primer premio mundial con su monólogo mágico sobre su adicción a este arte, en un personaje lleno de fuerza. Bernard Bilis no se preocupó de sus pequeños percances, y tampoco pareció importarle al público. Finalmente, David Williamson volvió loco al auditorio una vez más y tiró la casa por la ventana, esta vez en el sentido casi más literal de la expresión. Y aún quedaba la noche, con cena de unos cuantos atrevidos que intentamos llenar un restaurante a base de magos, magia y después continuar por los bares como la noche anterior. Hay que decir que el éxito no fue rotundo, pero desde luego no nos quedamos atrás.

Y llega el sábado, con sueño por la noche de jaleo y ganas de más fiesta, aunque no lo parezca. Durante el día siempre magia y magia, conversaciones, risas, conocer gente nueva y reencontrarse con otros antiguos amigos. Y por la noche, la gala de escena que tanta expectación me había creado. Para mí fue redonda, una gala presentada por un maestro como es Mag Lari, una delicada intervención de Carlini por Justo Thaus, mágica y trabajada a más no poder, un número sensible y medido hasta el extremo por Tina Lenert, una exquisita manipulación de Pilou, una caja sin fondo con enormes, numerosas y excepcionalmente bellas sorpresas a cargo de Topas, un número mágico, divertido y majestuoso de Tomsoni & Pamela y, por supuesto, una locas, mágicas e increíbles aparición y puesta en escena de Ed Alonzo, que en cuanto salió al escenario me puso los pelos de punta por la emoción, os lo juro. Creo que esa noche fue sin duda la más mágica. Después de la gala nos reunimos unos cuantos calaveras a liarla parda. Todo consistía en tomarse unas cervezas y cenar unos bocatas, hasta que, cómo no, la gente comenzó a pararse para mirarnos, todos con nuestras cartas, nuestros tapetes y demás. Los juegos comenzaron a fluir, la magia comenzó a contagiarse entre los viandantes y poco a poco un numeroso grupo de público rodearon literalmente y sin escapatoria posible a los cada vez más grandes Fernando Figueras, Pablo Poza y Carlos Vinuesa. Debo decir para que conste en acta que no cabía un alma alrededor de la mesa de la terraza. Los clientes salieron del bar sólo para ver qué se cocía entre esa marabunta de cabezas agolpadas. Sencillamente genial.

Después de esos bocatas tan ricos nos buscamos un buen garito por el casco antiguo y llegamos al eXtitxu, donde el calentamiento tuvo sus resultados, pues allí todos se liaron a magias. Cuando después de un buen rato y unas copas nos segregamos en dos grupos (los rendidos y los que seguíamos), nos fuimos al Dardara, un poquito más lejos, a ver a unos antiguos amigos de otros años, y seguimos haciendo magias en el bar siempre que había ocasión, daba igual que fueran camareros o clientes con copas en la mano.

La verdad es que ha sido impresionante. Unos carteles con nombres gigantescos, calidad mágica a más no poder, la gente por la calle flipando y pidiéndote más, y magia tras magia, actuaciones y conferencias. Pero sobre todo, me quedo con la ilusión de haber visto de nuevo a amigos que veo más a menudo y a otros que menos, y aunque se me olviden unos cuantos, David Williamson, Gaetan Bloom, Justo Thaus, Gabi, Alberto de Figueiredo, Antonio Altea, Kayto, Jean-Philippe, Jorge Blass, Eduardo Galeano, Letang, Trifu, Carlos Hampton, Ángel Valera, etc., etc.

Una verdadera lástima que no pudiera coincidir con más gente y más artistas, pero así son las cosas. De todas formas, estoy muy contento por estos días, aunque un poco cansado, así que ahora me toca ir a dormir, porque en tan sólo tres días (¡tres!) estaré en el Nacional de Valencia, y allí la vamos a liar parda de nuevo... Chicos, gracias por estos días, de verdad.

Cambiando de tema...