lunes, 27 de septiembre de 2010

Miguel Ángel Gea

Hace unos años conocí a un mago. Lo había visto en televisión un par de veces y me había maravillado con su magia. Además él parecía un tipo entrañable, simpático. De esas personas que irradian un halo de bondad que te llega de alguna manera sin saber cómo ni por qué, pero así era. Tiempo después me encontré con él cara a cara en una reunión de amigos. A mí me impactaba verlo allí, tratando a todos como iguales. Incluso conmigo, que me acababa de conocer, su trato era exquisito y muy afable.

Noches como aquélla se repitieron posteriormente y fui viendo cada vez más a este mago. Se llamaba Miguel Ángel, pero todos lo llamaban Gea. Era un tipo grande, como digo simpático, afable, y muy humilde. Creo que eso era lo que más me llamaba la atención, su humildad y su sencillez. Le gustaban las cosas pequeñas, los placeres de la vida cotidiana, nada de alardes ni lujos. Él se conformaba con las cosas que te pueden hacer sonreír.

Con el tiempo tuve la oportunidad de conocer aún más a Gea (aunque él siempre se presentaba como Miguel Ángel). Las veces que podía verlo hacer magia siempre iba allá donde fuera que actuase, y aunque hubiera visto mil veces su magia y sus efectos, nunca dejaba de maravillarme. Porque es una persona que comunica, que ofrece su visión del mundo con su magia, y sus manos lo moldean para los ojos de los espectadores. Recuerdo especialmente una noche en una sala. Él actuaba junto con otros magos, pero me impactó especialmente él. Hacía magia con monedas y con cartas, pero no era esa magia la que me impactó. Fue su palabra, sus miradas, su personalidad puesta y manifiesta en ese acto lo que se metió un poquito más dentro de mí. El cerebro me decía estar engañado, pero algo en mi interior me decía estar maravillado. Fue una de esas noches en las que te quedas pensando.

En otra ocasión, cuando ya habíamos tomado mucha más confianza, acabamos la noche en un bar de flamenco, que tanto le gusta. El ambiente era el perfecto para tratar temas inquietantes como cosas que nos gustan o tendencias personales, preferencias, aspiraciones, proyectos… Recuerdo que de aquella noche salió de mi cabeza un texto de varias páginas sobre lo trivial y lo superfluo y lo importante y lo insignificante. Esas reflexiones aún las guardo y las mantengo. Y tuve oportunidad de compartirlas con él y que él me ofreciera su visión personal de todo aquello. Por supuesto, él siempre lo enfoca a la magia, porque es parte de su vida.

En mi caso, la magia es algo esencial, pero no le dedico tanto tiempo como me gustaría. Y también hay otras cosas más importantes en mi vida. Me importan las personas, las relaciones, los vínculos, las huellas y los recuerdos. Y con Gea, todo toma un sentido especial. He conocido a muy poquitas personas (ni siquiera sé si llegan al plural) que se acerquen a él en cuanto a calidad humana, en cuanto a su bondad, su humildad, su sencillez, su buen hacer, su cariño, su simpatía, su sinceridad. Hablar con Gea es sumergirte en una mente dedicada a la profundidad, ya sea de magia, de arte en general o de cualquier otra cosa. Su mente analítica, su empatía para saber, conocer y absorber, y sobre todo para transmitir. Con él es fácil conectar si estás dispuesto a escuchar, porque escuchar a Gea es abrirte a una dimensión desconocida que sólo él puede mostrarte. Y te envuelve y te sumerge en su magia, no sólo en la de sus manos, sino en la de su mente y su mundo. Te regala momentos mágicos, te regala experiencias, te ofrece un mundo de ilusión, profundidad y felicidad. Y después de eso, noches con él dejan huella y marca en las mentes de las personas que ansían sencillez. Yo no me considero una persona especialmente ambiciosa, porque al menos tengo cierto grado de realidad en mi cabeza (maldita sea, si fuera igual de soñador pero menos realista…). Gea se hace querer, porque todo lo que dice lo dice por ti, para que lo conozcas, para que sepas de qué habla, te lo explica, te hace sentir lo que él siente y se preocupa de que así sea. Te regala parte de su mundo y te hace ser parte de sí mismo.

Asistir a una actuación de Gea es asistir a un acto poético y mágico. La poesía de sus manos, de su palabra, de su sentimiento. Conoce cuáles son los puntos que debe tocar en tu alma, conoce a la perfección los resortes de la sensibilidad, porque él los tiene y sabe cómo activarlos. Y es maravilloso cuando dejas que alguien toque tu interior de esa forma y despierte ese lado sensible de ti mismo. Cuando tus emociones afloran y salen al exterior y se reflejan en tu rostro. Y cuando eso ocurre, sientes algo especial por esa persona. Esa afinidad y esa conexión se convierten en un cariño especial por un buen amigo.

Un teatro, un escenario, cientos de espectadores. Una mesa y una cámara, y Gea bajo el foco. Y llena el escenario. Su corpulencia se queda pequeña, diminuta, cuando se compara con su grandiosidad. Con esa capacidad de absorber miradas, pensamientos y sentimientos. Cuando dedica toda su magia y todo su acto a la más pura esencia de la magia y las emociones. Es justo eso lo que pretende, y lo sabe, pero es muy humilde y no se da cuenta de lo que es capaz de hacer sentir a alguien cuando lo ve, cuando lo conoce un poco. Alguien que no lo conozca se siente maravillado, estupefacto con su magia y con su emotividad. Comienza su actuación y te habla de un maestro artesano, de una varita mágica, de una historia de personas, de relaciones, de vínculos. Después te muestra milagros en la palma de su mano, sentado en una mesa delante de cientos de personas, sólo con una cámara de vídeo. Las monedas aparecen y desaparecen, se desvanecen, viajan y le obedecen. Juegan con él porque es el maestro, el que dirige la orquesta de esos movimientos metálicos y plateados, de esos sonidos circulares dentro y fuera de la palma de una mano. Y después te hace un regalo; te regala una historia real, de amor y de vínculos, de huella, de relaciones, de sentimientos. Y te regala esa historia mágica con magia, te habla del tiempo y te enseña con sus manos lo que el tiempo puede hacer, lo que nos hace a cada uno de nosotros. Y ves al Gea puro, destilado, inmenso, proyectando una emoción que te llega y se te clava dentro. Gea extiende una mano, despacio, relajada y tranquila, no amenazante. Te alcanza el pecho, te toca, y se hunde dentro hasta llegar al corazón. Y cuando toca el corazón se enreda alrededor, te agarra, te oprime y sientes cómo todas tus emociones brotan de golpe, suben y rebosas alegría, magia, nostalgia, felicidad y lágrimas por todas partes. Gea no deja indiferente.

Hay pocas personas en el mundo capaces de hacer algo así. Hay quien lo hace con su arte, con su trabajo, con una afición, con la palabra. Gea lo hace con todo, porque rebosa calidad y emotividad por dondequiera. Él no conoce estas palabras, no ha leído estos párrafos, y si algún día lo hace seguramente no le guste, por hablar tan bien de él. Pero no se puede hablar de otra manera, no se puede decir algo que no sea esto, porque conocer a Gea es haber conocido una parte chiquitita de la inmensidad de las cosas buenas del mundo. Y él es una de ellas.

¿Será que quiero a Gea?

martes, 23 de marzo de 2010

El poder de la hipnosis

Si preguntas a cualquier persona de la calle por la magia, todos dirán que tiene truco. Si preguntas por el mentalismo, comienza a haber dudas. Si preguntas a alguien por la hipnosis, encontrarás de todo.
En realidad, la hipnosis se puede englobar como una de esas disciplinas afines a la magia; sin embargo, su realidad es mucho más distinta. Y me refiero a que, amando la magia como lo hago, debo reconocer que el poder y las posibilidades que ofrece la hipnosis llegan realmente a plantear cambios de mentalidad. Hasta hace relativamente poco no tenía muy claro cómo era posible inducir un estado de sugestión en la mente de alguien; no obstante, hoy por hoy tengo las ideas bastante claras.
Después de haber presenciado un espectáculo de hipnosis teatral tus reacciones suelen ser tremendas, incluso si ya tenías una predisposición o una creencia absoluta en la realidad de la hipnosis. Lo que el hipnotista puede llegar a conseguir puede incluso dar miedo, por el largo alcance al que puede llegar el estado de sugestión de la persona en trance. Eso sí, te planteas las cosas mucho más allá cuando el sujeto en cuestión eres tú. Y hace bien poquito tiempo he podido comprobar en mis carnes lo que supone encontrarse bajo la inducción y el estado hipnótico sensu estricto. Es realmente impresionante cómo puede alguien manejar voluntades o sacar a relucir determinados aspectos de nuestra mente, independientemente del carácter de cada persona y la manera de ser de cada uno, ya seas tímido, extrovertido o como quiera que seas.
Pero lo que más alucina de todo es el momento en que eres consciente y compruebas, palpablemente, tus capacidades; el poder inducir a alguien un estado hipnótico básico, y poder aumentar la sugestión progresivamente. Es tremendo comprobar cómo todas las personas reaccionan de la misma manera en un primer momento (independientemente de la intensidad de reacción a los estímulos en estados de hipnosis más profundos). Sin duda alguna, la hipnosis es real, factible, palpable, y muy pero que muy efectiva.
Desde aquí recomiendo encarecidamente a todas esas personas que alberguen dudas en su interior que, si tienen la oportunidad, se permitan experimentar las sensaciones de la sugestión hipnótica, porque será una experiencia que no olvidarán jamás. No dudéis del poder de la mente, porque es mucho mayor de lo que cabría esperar.
Hay vida en lo profundo...

lunes, 22 de marzo de 2010

XI Encuentro de Magos Florences Gili en Tamarite de Litera 2010


Un fin de semana de ésos que hacen época, de ésos que disfrutamos de vez en cuando un grupo de pandilleros de la magia. De nuevo, los pasados días 12-14 de marzo de 2010 se celebró el Encuentro de Magos “Florences Gili” en Tamarite de Litera (Huesca), y vamos ya por la XI Edición. Allá que marchamos desde Madrid los habituales: Carlos Vinuesa, Pablo Poza, Fer Figueras, Pacho, Germán, Letang, Vicente y el que suscribe. Unas cuantas horas de coche (con magia en entreactos en las paradas para repostar incluso) y llegamos a tiempo para entrar en calor con unas cervezas y ver actuar a Isaac Jurado en su gala de magia de cerca, haciendo gala muy de cerca de su magia; diversos efectos en buenas y cuidadas rutinas con su particular humor. Particularmente yo lo disfruté muchísimo, entre otras cosas porque hacía un montón de tiempo que no veía a ese pedazo de monstruo de la magia.


Y después a tomar unas cervecillas y a empezar a disfrutar del ambiente de fiesta y magia que siempre se genera en el pueblo. La gente se entrega totalmente al ánimo mágico, y uno acaba soltándose y todo con la magia en los bares. Acabas perdiendo cartas, lógicamente, y cogiendo aún más confianza, que a mí siempre me hace falta.

Por lo demás, una noche larga e intensa de magia y buen rollo con los amigos.


El sábado tocaba madrugar para la conferencia del gran Fl!p, leyenda holandesa de la magia que demostró su maestría y sus tremendos movimientos y teoría que han creado escuela (que se lo digan a Fer), y luego a comer con parte del ya mítico “Comando Maño”. Qué risas más tremendas con Fer, Pepe, Pepín, Belén, Coso y el resto, creo que no olvidaré eso en mucho tiempo (¡muchísimas gracias de verdad, “shcjicos”! :P). A la tarde más magia (siempre y en todo lugar) con Fer en los cafeses y actuación del monstruo de los monstruos, Dani DaOrtiz, dando machetazos de los suyos a todo lo que se mueve, y haciendo de nuevo sus honores a los grandes Vernon y Tamariz. Muy pero que muy buena, como siempre (¡gracias, Dani!). Finalmente, por la noche gala en el escenario presentada por Javi el Mago (ejem...), donde actuaron un espectacular Sergi Buka (no os perdáis su número porque es impactante de verdad), Monsieur Arno con sus innumerables apariciones de pájaros (realmente espectacular), Fl!p con su tan entrañable personaje, y Aisman con un número de mentalismo y grandes ilusiones que, en mi opinión, dejó mucho que desear. En cualquier caso, la gala estuvo bastante bien en general, y yo disfruté mucho por un montón de detalles y pequeñas cositas.


Y por la noche, de nuevo de magias en los bares. Esta vez de forma más relajada (que ya hubo suficiente desparrame la noche anterior) y con un montón de conversaciones interesantes con la gente del propio Tamarite y alrededores. Hicimos un montón de colegas entre público espectador, asistente y participante, y debo decir que fue una noche bien tranquila pero a la vez estimulante.


Y al día siguiente, domingo (como después de cada sábado), conferencia de Dani DaOrtiz, mezcolanza de ideas, libertades de expresiones, juegos y rutinas (igualmente grande, otra vez ;)), y rápidamente de vuelta a Madrid, porque el camino era largo y había que comer, claro. Así que nos volvimos y tomamos almuerzo en el mismo sitio del año pasado, donde nos atendieron igualmente de forma maravillosa. Desde aquí, gracias otra vez por la atención tan cuidada y la exquisita comida.


Un fin de semana grande, muy grande...

martes, 9 de marzo de 2010

Magia y arte (2)

Otro momento de reflexión... A raíz de la fantástica e inusual conferencia de Helder Guimarães, que estrenó en la pasada VIII edición del Memorial Arturo de Ascanio, y después de leídas sus notas y pensamientos, surgen unos cuantos interrogantes que, lejos de responder a los que él mismo plantea, pretenden causar una reflexión en el lector (mago) que se precie y se atreva a abrir su mente a este tipo de perspectivas.


La pregunta inicial es la siguiente: “¿Cuáles son los factores que convierten a la magia en arte?”. Desde el punto de vista externo, podemos hablar de interpretación, presentación, estética… Si nos referimos a lo que el público aprecia, podemos hacer hincapié en la belleza del manejo, las tablas sobre el escenario, saber plantarse ante el público, dominar el espacio escénico, convertirse en amo y señor de la mesa de cerca… Desde el punto de vista interno la cosa cambia. Intentaremos ir por partes, como dijo Jack el Destripador, para desmenuzar este intrincado laberinto de interrogantes, ideas y respuestas que, adelanto, no llevan a ninguna conclusión o, al menos, no a una fácil ni consensuada. De hecho, quiero poner en el aprieto de incidir aún más en el denominado “Dudario” por el autor, quiero remarcar las palabras de Helder cuando dice: “Yo no lo sé, no tengo la respuesta” al preguntarle a él qué tiene de arte la magia.


Lo cierto es que es difícil comparar la magia con otras artes, por muchos motivos. Por ejemplo, si hablamos de pintura o de escultura, la obra es permanente una vez se ha realizado, y lo que se aprecia es el trabajo final, el resultado. Por su parte, la magia es efímera, vista y no vista, y aunque el recuerdo (o el efecto cometa) tenga gran importancia en la magia sentida por el espectador (lo que interpreta su mente, como vimos en la primera parte de este hilo hace ya tiempo), lo que se entiende por arte es lo que se ve en el momento de realizarla, la obra dura lo que dura el efecto, el juego, la rutina, y se desvanece en cuanto termina. Por eso la apreciación es distinta, porque no es lo mismo contemplar un espectáculo de danza o una obra de teatro que un cuadro o una construcción de estilo barroco. Pero intentemos ceñirnos al tema principal de esta entrada.


Si un mago de cualidades interpretativas excelentes presenta un juego de efecto medio o bajo, de calidad baja y poco o nada pensado en su estructura y construcción, ¿está haciendo arte? Desde el punto de vista interpretativo sin duda alguna sí pero, ¿es arte mágico? Tal vez la respuesta sería no, y puede ser por dos motivos: 1) el juego no es suyo, no es el compositor de la obra, sólo el intérprete. En este caso no tenemos más que discutir, recurriremos a ver qué hacía y cómo el propio creador del efecto. Lo que nos lleva al caso número (2): si este mismo mago es el creador del efecto entonces, desde el punto de vista mágico, no es arte. ¿Por qué? Ahí está el asunto, definir la magia como arte, y volvemos a empezar. Si queremos hablar de arte en la magia, tenemos que posicionarnos. No aprecia el público lo mismo que aprecia el mago, no se ve lo mismo desde dentro que desde fuera y, desde luego, no se pueden apreciar cosas que no existen. Y me explico.


El mago debe pensara la hora de crear un efecto en la construcción, la vida interna y externa, la técnica, el movimiento secreto y oculto, la naturalidad condicionada, los paréntesis de olvido, las preguntas obnubilantes, el ritmo, el clímax, la dramatización… El espectador, por su parte, no puede apreciar nada de eso; desconoce la existencia de todos estos elementos que integran un juego o una rutina, por tanto no puede apreciar la importancia y/o la calidad de todos ellos, si la estructura es buena, si la construcción es adecuada, si se ha realizado correctamente una misdirection... El espectador no puede apreciar lo que no ve, y no lo puede ver porque no sabe que existe. Por tanto, la apreciación que tendrá el espectador de la magia desde el punto de vista artístico será necesariamente diferente, por definición, de la que tenga el mago. Siempre.


Sin extenderme más, dejo esto aquí como pequeña reflexión, ya habrá momento de ahondar más en el asunto y la controversia, en la discusión y el debate. Sólo pensad en ello. Para mí, al menos, queda claro que el mago tendrá siempre un lastre, y es el de no ser comprendido ni apreciado por el público en todo su esplendor. Pero es el precio que ha de pagar por la excelencia en la magia: pasar inadvertido para ser el mejor. ¿Le dolerá al mago no ser valorado en todo su esfuerzo por su público, a quien en realidad se debe? Diantres, qué de incógnitas y paradojas…


Volveremos a pensar en ello. Ah, y muchísimas gracias, Helder.

lunes, 1 de marzo de 2010

VIII Memorial Arturo de Ascanio - 2010

En general, todos los eventos mágicos a los que he asistido han sido intensos y llenos de magia y reflexiones posteriores fruto de las experiencias vividas. Pero en concreto, este fin de semana ha sido muy pero que muy intenso, en muchos sentidos. Primero, me gustaría hacer una crónica que resuma de la forma más completa posible todo lo vivido y, si puedo terminaré con reflexiones personales sobre todo ello, y cosas que nos han hecho pensar, en concreto a mí. Espero conseguirlo y, si no es así, pido disculpas al lector.

La historia comienza un sábado 26 de febrero de 2010. Allí nos reunimos unos cuantos del grupito que viene siendo habitual: Miguel “Máiquel” Díaz, Pablo Poza, David Pacho, Alberto “Gilbert” Fernández, Carlos Vinuesa, Jacobo Lauda y un servidor, Rober Sinté, acompañado de Rubén, que se inicia en la andadura de los congresos para darle aire a su actividad mágica y que, auguro, llegará lejos. Además, nos reunimos con otro gran grupo de amigos magos venidos de Madrid y de todas partes de España, como Héctor Mancha, Ángel Valera, Ricardo Rodríguez, Alberto de Figueiredo y un larguísimo etcétera que llena hasta los topes el centro de recepción. Este año se celebró la VIII edición del Memorial Arturo de Ascanio en Rivas Vaciamadrid, igual que el año anterior y, como digo, reunió a lo más selecto del panorama nacional. Y no era casualidad, ni mucho menos, pues l evento más jugoso y atractivo del Memorial es el concurso de magia de cerca que tuvo lugar esa misma mañana y al que se presentan los concursantes esperando obtener el “Premio Ascanio al Mejor Mago del Año en Magia de Cerca”. En esta ocasión y por orden de aparición (si la memoria no me falla) la lista de concursantes fue la siguiente:

- Miguel Miguel, desde Madrid, con un número lleno de guiños banqueros en el que realizó una imposible reunión de monedas a un vaso y una surrealista y muy original localziación de carta firmada.

- Óscar Martín Escribano, desde Cuenca, que relató las maravillas y cualidades de las varitas mágicas con un cuidado y potente número de cartomagia.

- Toni Looser y Eugenio, desde Barcelona, con un número a dúo en el que expusieron sus cualidades en la mesa de juego y realizaron viajes de cartas firmadas por los espectadores.

- Nazan, desde Pontevedra, con un número de magia de cerca musical, original y cuidado, centrado en los ases de la baraja.

- David Redondo, desde Madrid, cuya rutina está bien pensada y contiene efectos imposibles, siempre recurriendo a sus amadas copas de cristal.

- Carlos Vinuesa, desde Madrid, con un número típico de su personalidad, original y divertido y muy cuidado en construcción.

- Germán Villanueva “Pipo”, desde Madrid, con un número de cartomagia muy potente y técnicamente difícil que elevó aún más el nivel de los actuantes.

- Héctor Mancha, desde Madrid, que volvió a dar el toque emotivo del concurso, con un número tremendamente original, engañoso y novedoso técnicamente y que hizo las delicias de los asistentes.

Después del concurso y, con los nervios ya a flor de piel con las típicas enhorabuenas y elucubraciones sobre quién podría ser el afortunado ganador, conferencia de uno de los grandes de esta edición, el estadounidense Eric Decamps. A pesar de controlar bien el castellano (dominicano, según él), fue traducido del inglés por el hasta entonces último galardonado con el premio Ascanio, Javi Santos, que ya es habitual en su faceta de traductor por su buen hacer y su experiencia.

La conferencia se centró básicamente en su rutina de cubiletes, “three fly” y sus “puros”, con detallitos muy buenos en cuanto a cargas, manejos y sutilezas que convencieron bastante al personal. Además es un tipo muy dicharachero que se ganó el cariño y los aplausos de los asistentes.

Después de una rápida comilona en grupo llegaba el momento del “Café”. Este año tuvimos la oportunidad de escuchar a Armando y Miguel Gómez entrevistar a Antonio Ferragut, quien nos contó sus inicios en la magia, su desarrollo, su evolución y sus logros y nos deleitó con ese humor tan personal demostrando una vez más que es uno de los grandes magos de este país y una de esas personas accesibles que tanto se agradece cuando lo conoces. Sus rutinas y manejos con cartas gigantes, con cuerdas, sus libros, su relación con Marré y sus experiencias fueron lo que conquistaron a los “jóvenes”, como suele decir DarMan.

Y llegó el momento más esperado de todo el fin de semana: la Entrega de Premios. Los nervios de punta, los comentarios en alto, las opiniones intercambiadas, las dudas, la emoción... El primero de los premios otorgados por Magia Estudio fue para la fundación Abracadabra, por su labor reconocida para llevar la magia a los más necesitados de una manera completamente altruista y que cada vez tiene más allegados y colaboradores. El segundo, por su progresión en magia de escena, para Javier Medel, un joven mago lleno de futuro. El premio Páginas, concedido por el público y consistente en un buen lote de libros de la editorial Páginas, fue para Germán Villanueva “Pipo”, que se llevó el tremendo aplauso y las felicitaciones correspondientes de todo el teatro. En este momento, y tal y como se hizo en la gala, quiero presentar al jurado para que todos conozcan quiénes son los responsables de la dura tarea de decidir el galardonado del Memorial. Armando Gómez, Miguel Gómez, Antonio Romero, Jorge Blass, Luis Boyano, Camilo Vázquez y Manolo Talman (en calidad de Presidente del Círculo Mágico de Madrid de la SEI). En esta ocasión y, en ausencia de Jorge Blass por motivos profesionales, se incorporó a Toni Cachadiña; de manera que fue él quien dio el anuncio de que el ganador de esta edición del Memorial Arturo de Ascanio fue nada más y nada menos que Carlos Vinuesa.

Y para terminar las actividades “oficiales” del Memorial, la gran Gala de Magia de Cerca presentada de la mano del más que internacional y aclamado Roberto Giobbi, con su personal estilo de elevar el espectáculo a lo más alto. Roberto se encargó de poner al público en situación de recibir lo mejor de lo mejor, y así fue. Abrió el francés James Chadier, quien dejó locos a los asistentes con sus manejos en cartomagia y especialmente en numismagia, realizando algunos efectos increíbles de viajes de monedas. Jesús Duque, desde Valladolid, nos deleitó con su suave manejo ascaniano en una rutina en la que los naipes se transformaban viajaban y firmaban. Derek DelGaudio hizo gala de su maestría en una exhibición de juego que dejó a todos boquiabiertos y el campeón del mundo de cartomagia Helder Guimarães de nuevo hizo las delicias con su versión del “reset” y sus “travellers”. Una gala de excepción que tuvo como guinda final la actuación de Eric Decamps, al más puro estilo “tele-predicador americano”.

La noche se cargaba de emoción, alegría y magia en el Holliday Inn de Rivas, donde nos congregamos casi todos los asistentes al Memorial para disfrutar de una velada hasta casi llegada la mañana. En todas las meses se formaban pequeños grupitos donde los más grandes y los más nuevos hacían sus juegos, conversaban, discutían... Largas horas duró la noche mágica, aderezada por la sesión de “magia gallega”, a cargo de Luis Piedrahita, Román García y Kiko Pastur. Sus efectos más clásicos y contundentes se presentaron para deleitar al tremendo montón de gente que se arremolinaba en torno a esa mesa en la que no quedaba hueco para mirar. Pero, con todo, sacamos hueco entre tanta magia para hacer de las nuestras, y digo de las nuestras por algo que saldrá en breve y que no os podéis perder...

A la mañana siguiente y, después de un desayuno completo para recuperar energías, el sueño no evitó que asistiéramos a la magistral y única conferencia-taller de Derek DelGaudio. Única porque no es un mago que suela impartir conferencias, pues se aleja del mago que tiende a vender sus secretos con fines puramente económicos. Dio muestra de una increíble maestría con sus manos (no sólo) en la mesa de juego, traducido por Javi Santos y animado y acompañado por Helder. Después, el portugués estrenó una nueva y también única conferencia sobre cosas que le rondan la cabeza. Única en este caso porque decidió darnos a conocer sus tramas mentales en una sección que él mismo llamó, mezcla de su portuñol y su humor, “Dudario”, hablando sobre sus planteamientos artísticos acerca de la magia y especialmente porque decidió, puesto que se trataba del Memorial Ascanio, desmenuzar su rutina de “travellers” con la que se ganó el prestigioso galardón en el año 2004. Tras todo esto, comprenderá el lector que fue un fin de semana tremendamente mágico e intenso.

Pero, por mi parte, debo añadir una serie de cuestiones personales que me saltan después de todo lo ocurrido. En primer lugar y como no podía ser de otra manera, la alegría de que el Premio Ascanio lo ganase nuestro buen amigo y compañero Carlos Vinuesa. No hablaré aquí de la faceta personal de Carlos, pues no es lo que interesa (aunque podrían escribirse páginas y páginas sobre ella), sino que me limitaré a decir que es un mago de todo menos convencional. Su peculiar sentido del humor, trasladado a la magia, su análisis constante y diverso sobre todo tipo de temas en la magia que hace que progrese más que adecuadamente a un ritmo frenético y su empeño y su dedicación lo han llevado a conseguir este premio. Es indescriptible la emoción que nos embargó a todos cuando oímos su nombre en la entrega de premios, y por supuesto digno de mención el abrazo y el sentimiento de alegría que nos unió en ese momento. A todos nos latía el corazón con fuerza, y se desbordó en ese mismo instante. De verdad, indescriptible.

Pero no sólo eso, sino que compartir tantas cosas y tantas horas con mis compañeros de fatiga me da como es lógico un empuje que experimento pocas veces y que menos aún consigo hacer continuar. La llama, esa llama que me gusta nombrar tantas veces arde con fuerza en el interior haciendo que me quemen las manos, que me queme la mente pensando en todas esas cosas que me gustaría hacer y que me gustaría alcanzar algún día. Me asaltan mil y un pensamientos y, especialmente, después de haber tenido la oportunidad de charlar despacio y escuchar durante tantas horas a uno de los grandes, cuyo nombre será mencionado cuando sea mester. Esa sensación de querer aprovecharlo todo y dedicarle a lo que se merece tanto de mi tiempo está ahí y tiene que perdurar; así pues, bebamos para estar sedientos, como dije ya en una ocasión, y no perdamos ni un minuto en recuperar todos esos pensamientos e ideas escondidos desde hace tiempo, y recibamos con la actitud correcta a los nuevos que lleguen para poder incorporarlos e integrarlos con lo que ya tenemos.

Espero y confío, sinceramente, que estas sensaciones perduren por mucho tiempo y que consigan tener su fruto. Especialmente porque no sólo lo deseo, sino porque todas las personas que han compartido conmigo estos sentimientos este fin de semana lo merecen, no sólo en lo que a ellos mismos respecta, sino en lo que a mí me concierne, pues tengo el sentimiento de responsabilidad para con ellos, porque quiero que les salpique. Esta mezcla de sentimientos, anhelos y emociones no debe quedar ahí; es algo confuso pero como todo lo personal. Y por eso lo dejo aquí, para compartir algo más con vosotros. Con los que queréis leer esto.

Gracias a todos los que estuvisteis ahí, de corazón. Ah, y enhorabuena otra vez, Carlos, de corazón otra vez.

martes, 26 de enero de 2010

Su gestión...

La gestión de la mente, del subconsciente, la sugestión. Un arma poderosa que nos acerca al poder de la mente humana allá donde pocos se atreven a entrar, ya sea por miedo a lo desconocido, a lo misterioso, a lo poderoso o a lo rechazado. La clave para el éxito en tantas y tantas cosas, para poder conseguir lo que uno desea y lo que desea pero no sabe que lo desea. La potencia de los efectos, de la magia y de la personalidad de alguien que puede hacer verdaderos MILAGROS (sí, con mayúsculas) en tan sólo un segundo.
Ayer presencié la maravilla, y maravillado estoy, de verdad.
P.D.- Sigo ejercitando mi meñique, que conste...

jueves, 9 de abril de 2009

La llama

La de la ilusión, la magia, el trabajo y el esfuerzo. Esa especie de inspiración que de vez en cuando llega y te arrasa, como si fuera una huracanada ráfaga de viento, que pasa a través de ti y despierta todos tus sentidos y tus ganas de crecer. A veces esa llama es el resultado de acercar "La Chispa Adecuada" (gracias HdS) al fuego latente en nuestro interior, una chispa que bien puede ser una reflexión, una actuación, una conferencia, una frase, simplemente un juego, o un libro, o sólo el hecho de irse a dormir y dejar a tu cabeza que vuele por donde quiera, que tu mente divague y deambule por lugares fantásticos y situaciones deseadas.


A veces es en estos momentos cuando se nos revela un efecto, o un método, cuando menos esperamos y de repente, ¡plas!, ahí está la idea que necesitamos, la inspiración necesaria. No seáis perezosos; si eso ocurre, levantaos corriendo de la cama, coged lápiz y papel y apuntad todo lo que tengáis en la cabeza. Al día siguiente volveréis a mirar el papel y, tal vez no con la llama tan encendida, pero con el ascua aún incandescente, podréis recuperar ese efecto o esa idea que os llegó como caída del cielo.


Otras veces es sólo el observar, el escuchar, el atender a alguien. Hay veces que olvidamos ser espectadores nosotros mismo, y no debemos dejar que eso ocurra. Debemos ser espectadores, debemos ver magia, debemos volver a ser profanos y admirar la belleza del efecto. Ya que tenemos la capacidad de valorar detalles, métodos y sutilezas, hagámoslo, pero no descuidemos la visión del profano, del que espera ver y sentir magia. Recordemos siempre que nacimos profanos y hacemos lo que hacemos para ellos luego, por descontado, debemos seguir siéndolo siempre que podamos. No nos dejemos engañar por los que piensan que la magia debe ser para magos. No, la magia ha de ser para público, independientemente de que queramos superarnos como magos engañando a otros magos, lo cual es fantástico. Pero es el público el que tiene la palabra, el que siente, el que mira, el que ve un movimiento que no es natural, el que capta la sensación de tensión, el que llega a tener la atención que merece, y el que nos va a dar todas las pistas para continuar una línea de trabajo y de actuación. Cuando no sepáis qué hacer, pensad que estáis en el público y preguntaos cómo deberían ver los espectadores ese movimiento que os preocupa. Basaos en lo que debería ver para crear lo que queréis que vea, y tendréis la solución. Ahora, si queréis engañar a magos, habrá que pensar de otra manera (que siempre es divertida...).


Pero al punto que quiero llegar de verdad es al siguiente. ¿Qué pasa con esa llama? ¿De dónde sale y cómo podemos hacer que siempre se mantenga encendida en nuestro interior? ¿Qué necesitamos para que no se apague nunca y, si lo hace, poder encenderla cuanto antes? En mi opinión, la respuesta es la propia llama. Aunque suene extraño, si necesitamos un impulso para nuestra magia, lo conseguiremos en la propia magia. Id a un espectáculo (uno bueno, por favor), una conferencia, un buen libro o incluso algún vídeo. Si podéis acudir a uno de esos encuentros y congresos donde sólo se respira magia por cada rincón, y si tenéis la oportunidad de compartir apenas unos minutos con un gran mago, de esos que destilan energía y magia simplemente con hablar, entonces podréis encontrar la llama incombustible. Siempre que decaigáis en ello, aunque no tengáis tiempo, aunque os cueste esfuerzo, aunque las ideas parezcan desaparecer de nuestro camino, seguid en ello, buscadla, buscad esa llama y acabará apareciendo.


Ojalá siempre que necesitemos nuestra llama la encontremos. Últimamente yo siento ese calor dentro y deseo encontrar la manera de que la llama no se apague. Pero puedo asegurar que el contacto entre magos y la filosofía de la magia es lo que más alimenta esa llama incipiente para que aumente y se convierta en una auténtica hoguera. Alimentadla y crecerá, y si se extiende como un incendio espontáneo, entonces no habrá quien la sofoque. Pero hay que buscarla.


Bebed agua para estar sedientos, y poder beber más agua.

XVII Encuentro Internacional de Magos de Almussafes 2009

- “Se abre el telón y aparece Lennart Green mandando mezclar a Almudena. ¿Cómo se llama el congreso? - ¡¡ALMU SHUFFLE!!”.

Así empezaba el preparatorio para lo que se avecinaba el primer fin de semana de abril, que comenzó en un coche con tres personajes camino de Almussafes, entre ellos Rober Sinté, cronista de lo que podréis leer a continuación. Y en ésas estábamos cuando vimos delante de nosotros una furgoneta blanca en la que podía leerse “MAG LARI”. 01-la-furgoneta-de-mag-lari1Comenzamos a seguirla, nos pusimos a su altura y empezamos a gritar y a hacer gestos a los dos conductores, que nos miraron con extrañeza… Y del Mag Lari ni rastro… ¿Estaría en el maletero? ¿Habría llegado ya a Almussafes en primera clase? ¿Estaría recortando confeti? Sólo teníamos una forma de saberlo… A los pocos minutos nos encontrábamos ya ¡¡¡en Almussafes!!! ¡Dale Rober!


¡Gracias, Carlos [Vinuesa]! Pues sí, pues sí (…), comenzó la experiencia el viernes nada más llegar, justo a tiempo para ver terminar la gala al lado del teatro, recoger las acreditaciones, ponerse algo de ropa decente y saludar a los “viandantes”, que no eran otros que los magos y sin embargo amigos que no ves a menudo pero que te encuentras en todos los eventos mágicos. Y es que hay algunos que nos apuntamos a un bombardeo, las cosas como son. Por supuesto, saludar al jefazo, Luis La Font, que se movía de un lado a otro sin parar atendiendo a todo lo que pudiera surgir y asegurándose de que todo iba bien. Así que el comité de prensa de La Dama InQuieta más parte de los artistas invitados (es decir, Letang, Carlos Vinuesa, Pablo Poza y yo mismo, que compartimos viaje) seguimos el rastro mágico hasta donde tendría lugar la conferencia de la estrella principal del congreso: Jeff McBride. 02-con-jeff-mcbride1

El norteamericano nos deleitó con una conferencia llena de espiritualidad y filosofía mágica. Y no porque se centrara en aspectos teóricos y psicológicos de la magia sensu estricto, sino más bien porque hizo mucho hincapié en la actitud y la postura a adoptar con ella. Aunque los efectos eran buenos, en realidad su valor residía en el trasfondo filosófico subyacente. El punto de vista de McBride es el de tomar la magia como un regalo hacia los demás, siempre utilizarla para generar una sensación agradable y una ilusión en el espectador. Un espectador que no es únicamente el que se sienta en la butaca de un teatro, sino alguien que camina por la calle o que puede encontrarse al mago en un momento dado de su vida cotidiana. McBride enfatizó mucho la idea de considerar la magia como algo con lo que crecer como persona y sobre todo aprovechar cualquier instante del día a día para hacer magia, de modo que no solamente estamos regalando ilusión a alguien, sino que estamos ensayando y practicando nosotros mismos para convertirnos en mejores magos. En sus propias palabras: “Cada vez que haces magia te vuelves un poquito mejor. Si aprovechas esos pequeños momentos que se te ofrecen diariamente para hacer un juego, estarás creando un pequeño show, y todo eso te hará mejorar“.


Otro de los aspectos psicológicos que apuntó fue el de transmitir energía visualmente, de manera que podamos convertir un efecto de magia de cerca en un gran efecto de escenario, y puso como ejemplo de maestría en este hecho a Juan Tamariz (todos lo habréis visto actuar en escenario delante de cientos de personas y consigue precisamente eso). Y de nuevo recurrió al maestro y sus “Cinco Puntos Mágicos” cuando habló de captar la energía y la atención de todo el público, sin dejarse un solo rincón. Busca a los espectadores que están distraídos o que parece que han desconectado del juego y los vuelve a reinsertar en el espectáculo. Para ello realizó un pequeño efecto en el que al enrollar un billete sobre una carta podía llenar el hueco con agua, hacerla desaparecer y después volver a producirla. La ejecución era simple, el efecto tal vez no fuera el más grandioso, pero desde luego la actitud en escena fue una auténtica lección de cómo atraer y mantener la atención de todos y cada uno de los espectadores. Además de ello habló de la magia como terapia, como catalizador del ánimo y el significado de ésta como metáfora visible, algo a lo que se refirió constantemente durante la conferencia. Cabe también destacar un consejo que dio en breves pero concisas palabras: A veces hacemos la magia demasiado complicada. McBride nos recordó que la magia es para el espectador y, si hacemos pases complicados por encima de nuestras posibilidades, estaremos más pendientes de la técnica, es decir, de nosotros mismos, que del espectador. Por eso recomendó trabajar los efectos con un nivel de técnica que podamos ejecutar casi mecánicamente y así poder entregarnos al 100% al espectador.


En cuanto a efectos visuales, por supuesto hay que destacar su versión del “Bastón Bailarín”, con un método sencillo y sobre todo atractivo que pudimos disfrutar en la gala del sábado noche. Pero, sin duda, una de las cosas que más ansiaba ver el público de magos asistente era la manipulación de cartas de este fenómeno con patas. Primero dio unos cuantos ejemplos como sus “Cartas desde la boca”, haciendo lo que cariñosamente llamó un “empalme en la boca”. Dio también unos consejos para producción de cartas e hizo gala de su maestría a la hora de lanzarlas con su ingenioso y personal sistema, algo que le valió un buen Premio Guiness. Aunque, por descontado, una de las cosas que puso seña de inconfundible identidad al congreso fue el “new fire”: el confeti. Creo que todos los magos que asistieron a Almussafes recordarán a McBride a partir de ahora cada vez que vean o utilicen confeti. Sus bromas se convirtieron en un “running gag” durante todo el fin de semana, y algunos aún sufrimos los efectos… En la gala de close-up todos los participantes arrojaron un puñado de confeti al aire durante su actuación. El presentador, Aldo Colombini, quedó un poco extrañado por este gesto y preguntó a McBride, que se encotraba entre el público, qué era eso, porque él no había asistido a la conferencia. El americano repitió el gesto de lanzar confeti pero sin lanzar nada a lo que añadió: “Invisible confeti is the new confeti” [“El confeti invisible es el nuevo confeti”]. Un chiste que fuera de contexto suena extraño, pero que provocó las carcajadas a todos los que vivimos la “era confeti”. Aclarar que la conferencia fue la misma que dio en el nacional de Barakaldo, y aunque en el nacional insistió aún más en este asunto, parece ser que en aquella ocasión no caló tanto entre el público como en Almussafes, donde en cualquier momento del almuerzo la gente recortaba los manteles de papel para lanzar puñados de confeti al aire. “Cualquier efecto es mucho mejor con confeti. Preguntadle a cualquiera… excepto a los de la limpieza” [Jeff McBride].


También aderezó su conferencia con unos puntos de humor dignos del mejor cómico: “Puedes reconocer a alguien que usa loops porque siempre los está buscando” (mientras se restriega la cara y los brazos dándose suaves pellizcos por todo el cuerpo). Tras comentar lo tedioso de la espera en el aeropuerto nos desveló su secreto para embarcar el primero. Cogió un jersey y lo enrolló como un capazo, lo agarró entre sus brazos y se puso a mecerlo, y entonces surgió el milagro: el llanto de un niño empezó a sonar e incluso una pequeña manita asomaba de entre los pliegues del suéter. Ante la intriga del público sobre cómo conseguía hacer ese sonido tan real, McBride contó el secreto: “Todos sabéis hacer este sonido… lo que pasa es que lo habéis olvidado”. El mismo efecto se prolongaba en el interior del avión: decía el artista que no hay nada más molesto en un avión que el llanto de un bebé, así que el cogía su bebé invisible y lo paseaba por todo el avión hasta que, llegado un momento, abría un compartimiento superior para el equipaje de mano y encerraba allí al “bebé”. Un gesto tremendamente cómico sobre todo si nos imaginamos la situación real. Debe de ser toda una aventura compartir vuelo con el bueno de Jeff


El conferenciante también nos invitó a visitar su escuela de magia en Las Vegas (“McBride’s Magic & Mystery School”), donde se reúnen grandes magos como su maestro Eugene Burger, Max Maven y grandes aficionados a la magia que asisten allí para aprender. Tal y como hiciera en Barakaldo pasó entre el público unas hojas para que la gente escribiera su correo electrónico y así recibir gratuitamente noticias, consejos, ideas mágicas… de parte de la escuela. Terminó con el paralelismo entre la magia y la medicina. Comentó los casos de los chamanes de tribus que cuentan con varios tipos de medicina: música que te hace sentir mejor, bailes que te ayudan a sanar, alimentos que mejoran tus problemas de salud… Basándonos en esto, concluía McBride: “Todo aquello que haga que la gente olvide el dolor es medicina, por eso la magia es medicina“.

Para terminar, quiero plasmar aquí la frase final de la conferencia. Después de todo un ensayo sobre filosofía y actitud en la magia, Jeff McBride concluyó con lo que bien podría ser el título de su conferencia: “Use your magic to make the world a better place” [“Utilizad vuestra magia para hacer del mundo un lugar mejor”].

Toda una lección que no debe ser olvidada. Y, por supuesto, toda la conferencia traducida a la perfección de la mano de Fernando, que vino desde Barcelona, y al que ya había tenido el gusto de conocer hace un par de meses en el VII Memorial Arturo de Ascanio celebrado en Madrid. Según me dijo directamente, tuvo la oportunidad de compartir grandes momentos con el norteamericano, que durante todo el fin de semana hizo gala de un trato exquisito a nivel personal y de una cercanía fantástica. Bravo por los dos [Confeti].


Así que, después de tan agradable sabor de boca, algunos decidimos no estropearlo y cenamos lo justito (…), de modo que pudimos llegar con tiempo de sobra a la Gran Gala Inaugural (no se puede decir que estuviéramos lejos; es una de las cosas geniales de Almussafes, todo queda muy cerca de todo). A la entrada al teatro pudimos charlar unos minutos con el conferenciante que tanto había animado la tarde y de paso nos retratamos con él e intercambiamos un par de jueguecillos (es que este hombre nunca descansa…). [En los últimos congresos y números de concurso, varios son los magos que han comentado cómo parece ser casi obligatorio realizar un juego enrevesado y terminar con la baraja ordenada. Parece ser que esta visión ha traspasado fronteras y no sólo lo piensan los magos locales, sino que el propio Jeff McBride nos hizo mención de este asunto: “Los cartomagos españoles siempre acaban con la baraja ordenada. Es como si la baraja fuera una chica, pasaran una noche pasional revoloteando por doquier y al final… la muchacha fuera virgen”. Todo esto después de recalcar en repetidas ocasiones su admiración por el nivel cartomágico español y su alegría de estar en España para poder disfrutar de él, tal y como hizo con un juego que le presentó Carlos Vinuesa y que dejó a McBride realmente encantado]. Y justo entonces fue cuando corrimos a nuestras butacas para ver el espectáculo. Abrió como artista invitada Lolita Torres, con su número de ventriloquía bien ejecutado y en compañía de sus Curro, Bruno, Era (que era una monada, por cierto, y que ¡movía la boca a la vez que hablaba! Mágico, sin duda) y su Monito, con el que también realizó un efecto mágico. Un número con mucha interacción con el público y que también tuvo sus “running gags” que duraron hasta el domingo [Confeti]. Pero lo mejor estaba por llegar: el cada día más grande Mag Lari. Comenzó, acompañado de Vivaldi y con mucho humor, con unas grandes ilusiones que le sirvieron para presentar a su ayudante Pol (el cual tuvo que pasar las típicas penurias de “partenaire”…). Prosiguió con una lección de papel roto y recompuesto, explicando al detalle cómo doblar el papel en acordeón y desencadenando auténticas carcajadas (excepto para los de Benifaió, que no lo entendieron… ¿he dicho ya que hubo running gags en el congreso?); siguió al pie de la letra la regla de McBride del “new fire”, con lo que arrancó al americano unos enormes aplausos y risas (que se veían desde todo el patio de butacas, ya que Jeff levantaba las manos por encima de su cabeza para que todo el mundo fuera conciente de lo bien que se lo estaba pasando), y realizó el clásico efecto con el reloj de la espectadora a ritmo de la pieza infantil “Veo, veo”, que hizo que el público se sintiera aún de mejor humor (sobre todo viendo bailar a Mag Lari, claro) [Confeti].


A partir de aquí el artista confesó su pasión por los musicales (tampoco es que fuera un secreto), algo que dejó bien patente durante todo el show. Ejecutó bellamente “Le leche en el periódico” mientras sonaba la versión de Robbie Williams del tema “Have you met Miss Jones”, volvimos a la infancia al escuchar “David el Gnomo” mientras hacía desaparecer a su cada vez más diminuto ayudante y nos deleitó con el “Hairspray” por Nikki Blonsky de “Good morning Baltimore”, su personal versión influida por la crisis con ayudante impromptu de la “Caja de espadas”. Para finalizar, se despidió con el popular “Metamorfosis” al más puro estilo “Beatles” y su “Yellow submarine” incluido. Como no podía ser de otra manera, Mag Lari hizo gala de una presencia y estilo únicos en el escenario, con un humor que llegaba hasta el más profundo de los rincones del teatro y que no dejó a nadie indiferente. Su sentido del ritmo, su manera de moverse y su forma de comunicar con el público llenaron el teatro de una sensación fantástica que todo el mundo comentaría en los días siguientes. De nuevo, tuvo grandes perlas que perduraron como bromas recurrentes durante todo el congreso. Un espectáculo fabuloso [Confeti].


Y después de la gala llegaba el momento del desparrame por los bares. Claro, con las ganas que había de magia cualquiera se lo perdía. Básicamente hubo dos centros neurálgicos de magia, risas y fiesta en Almussafes, los pubs “Magenta” y “Cabala”, ambos llenos a reventar hasta la hora de cierre. Ya que a Toni Rodríguez y a Tony Urdangarín nos costó encontrarlos [Confeti], nos limitamos a disfrutar de los más esperados por el que suscribe, mis amigos Pablo Poza y Carlos Vinuesa. 04-carlos-vinuesa-y-pablo-poza1Os puedo asegurar que no faltó un minuto de risa entre estos genios, que pasaron de mesa en mesa y tiro porque me toca llenando de magia el bar y sorprendiendo y divirtiendo a todo lo que se movía por allí (profanos, magos e incluso magos que se hacían pasar por profanos…) [Confeti]. Mientras tanto, cada mago hacía, comentaba y respiraba magia en su rincón, un ambiente muy acogedor cuando te presentas en un congreso (y es que a veces se nos olvida hacernos magia entre nosotros). Casi en cada mesa podía verse a un grupito analizando algún movimiento, ensayando alguna técnica, discutiendo sobre algún efecto… Fue una noche muy completa y, a pesar de dilatarse hasta tarde, no se hizo larga en absoluto [Confeti].


Al día siguiente completito desayuno en el hotel y corriendo a la feria mágica, porque llegábamos con el tiempo justito. Había que darse una buena vuelta por allí, en realidad más de una, porque estaba muy bien montada y había gran cantidad de stands, y la verdad es que, independientemente de lo que cada comerciante vendiera, la feria mágica de los congresos siempre es un lugar de encuentro para codearse con los amigos y charlar con el resto de magos (amén de para llevarse algún que otro caprichito, ¿para qué negarlo?), como en el caso de Mag Lari, que no paró de hacerse fotos con todo el que se lo pedía. Así que nosotros no podíamos ser menos, claro [Confeti]. 06-con-mag-lari1

De modo que tras la primera vuelta de reconocimiento por la feria pasamos a sentarnos para lo que sería la segunda conferencia del evento, a cargo del italiano Aldo Colombini [Confeti]. Llegados a este punto, debo decir que este señor sigue demostrando cada día por qué es uno de los magos más divertidos del mundo. El público no paró de reír ni un solo momento y el artista le sacó punta a todo, empezando por sí mismo, claro. Nos presentó a su esposa, Rachel Colombini (de quien sacó partido para un montón de bromas durante todo el congreso), y que también hizo algunos efectos, como la típìca predicción con diferentes bolsas de papel y carta elegida por el espectador, o “Elimination”, otra predicción con varios espectadores y con un método tremendamente sencillo pero efectivo (en este punto cabe destacar que, puesto que nuestro traductor Fernando no se encontraba disponible por estar atendiendo a Jeff McBride, el público no anglo-parlante no pudo disfrutar de una traducción muy digna, aunque hubo quien lo intentó…) [Confeti]. Aldo Colombini continuó con su versión de un clásico de las cuerdas (sin faltar el chiste de “Cómo matar un clásico”), una ejecución sencilla, elegante y muy engañosa de un efecto que nunca pasará de moda. Pasó después a la variación del “Five Cards Mistery” de Frank García, con un manejo limpio y sin complicaciones, como suele ser habitual en este artista, y continuó con una descarada pero fantástica “aplicación de dada en segunda”. Nos maravilló de nuevo con su “Paramount”, en el que una carta firmada por un espectador es duplicada exactamente y, por último, Colombini terminó su conferencia con el musical y ya mítico “Cone-tact”, su versión del clásico “La bola y el cono”, en el que exhibe una suavidad de movimientos digna de alabanza, y que personalmente me parece precioso. En resumen, una gran conferencia, desde luego [Confeti].


A la salida se encontraba Alex-Andre, que con el tentador nombre de “Coged una carta” montó un espectáculo de magia de cerca que reunió a tal número de personas a la entrada del pabellón que apenas podíamos entrar o salir, y el público quedó muy satisfecho [Confeti]. Después de tanto alboroto aún hubo tiempo de sentarse tranquilamente en grupitos discretos para seguir haciendo y discutiendo sobre magia, pero no había nadie a quien no se le hubiera abierto el apetito, porque nos esperaba una paella de honor que desde tempranas horas iba llamando con su aroma a todos los asistentes. Así no había quien se resistiese, lógico y normal por otra parte [Confeti].


A las afueras del pabellón se había habilitado una barra para tomar un refrigero y disfrutar del día tan soleado que hacía. Así que con un par de refrescos y un aperitivo nos sentamos en las escaleras del teatro para hacer tiempo hasta que los maestros valencianos terminaran la paella. Por allí rondaban un par de magos jovencitos haciendo magia a chavales aún más jovencitos. Niños del pueblo que tenían la suerte de encontrar por sus calles a magos dispuestos a ilusionarles a cambio de sus aplausos y sus caras de ilusión. ¡Cuánto hubiéramos deseado de pequeños haber tenido la suerte de que nuestra ciudad se inundara de magos una vez el año! Y como alguno que otro también tiene parte de niño, Letang llamó a uno de ellos para que le hiciera un juego. El mago, Vicent Ginés, iba ataviado con una bata de médico y una mascarilla, y comentó que iba a participar en el concurso de street magic con un personaje bastante particular, un mago que ha llegado a enfermar con la magia. Así que Letang le habló del maravilloso número de Gastón que pudimos ver en la XX edición de Magialdia en Vitoria el año pasado, porque seguro que le gustaría [Confeti].

08-la-paella1Llegado el momento tomamos asiento en el Parque de las Palmeras para empezar con el aperitivo justo antes de disponernos a hacer cola para que nos sirvieran una buena ración (o varias, que también las hubo) de paella. Riquísima, ¿qué otra cosa se podría decir? Por mi parte, disfruté de la mesa en compañía de Pablo Poza, Carlos Vinuesa, Fernando Letang, José Luis Varó, Ángel Valera (quien nos ha preparado una buena para la segunda edición de su Alicante Mágico), Leyre Pedrol, José Luis “STANDmj” y Pedro Bryce, con quien compartí hasta el hartazgo un recurrente “As, dos, tres, cuatro y cinco” que viene ya de lejos. Una de las cosas geniales es que, como he comentado ya, la magia no faltó en ningún rincón. Entre plato y plato, apartando los vasos para hacer hueco, entre chiste y chiste, entre mesas y de mesa en mesa, la magia se extendía como una invasión por todo el parque. Mención especial merece el buen rato que hizo pasar McBride a todo el que se acercó en grupo para hacer de las suyas a base de juegos y bromas. Y es que este hombre es una estrella, vaya donde vaya [Confeti].10-jeff-mcbride-de-magias-durante-la-paella1

Rápidamente nos fuimos a bajar la comida con un cafelito al pub “Magenta” y enseguida de vuelta al pabellón donde tendría lugar la gala de close-up, presentada por el siempre genial Aldo Colombini: “(…) ¿Qué hace un italiano casado con una inglesa presentando una gala en español? (…)” [Confeti].


Sirvió como apertura el ganador del concurso de la última edición, Imanol. He de decir que comenzó con un efecto fuerte y muy potente con cambio de color incluido; continuó con una rutina de transposición y collectors y, aunque tuvo algunos pequeños problemas, supo manejar al público y salir airoso y muy digno del incidente, con tranquilidad y buena presencia y puesta en escena, ganándose por ello un enorme aplauso [Confeti]. A continuación actuó Rachel Colombini, con un test de libro muy directo y a la que merece destacar su “homenaje” a la famosa rutina de cubiletes del italiano, con una versión muy colorida y de bello final [Confeti].


Citando a los sabios: “Si no hay nada bueno que decir es mejor no decir nada”. Así pues, del argentino Bodie Blake no hablaremos [Confeti]. Afortunadamente, el bueno del presentador reenganchó con el público a base de bromas para magos, como la desternillante desaparición del FP (con otro FP) y una cómica versión del “Siempre seis” que terminó de desatar las carcajadas entre el respetable [Confeti].


Lo que vino después fue absolutamente fantástico. Juan Luis Rubiales salió a la palestra para hacer su maravillosa rutina de navajas a la que seguiría la ya clásica rutina de las sotas de la baraja española (por supuesto). Qué manejos… qué suavidad… qué delicia… Eso es dejar al público boquiabierto [Confeti]. Claro que el último actuante de la tarde estuvo a la altura sin problemas; sustituyendo a su hermano Román García, recién estrenado en la paternidad (¡Confetis de enhorabuenas!), Kiko Pastur llegó para mostrarnos una versión muy personal y poética del “Reflejos” del gran Pepe Carroll. El gallego destila filosofía y emociones por todos los poros de su piel cuando hace magia, comunica sensaciones fantásticas en la ejecución de los efectos, y esta vez lo demostró con creces. Terminó con sus “Ases a través del espejo” [Confeti], y el final podéis imaginar que fue maravilloso, y haréis bien.

La tarde prometía ser densa por lo que seguía a continuación, y es que la conferencia de Rubiales nos tenía a todos expectantes. Presentó una variación de la “baraja invisible” (nada que ver con la clásica), un maravilloso efecto de coincidencia de cartas elegidas con la numeración de un billete prestado, su mimado hasta el detalle “Olvida y recuerda” y para finalizar su versión de “La carta general”. La cantidad de sutilezas de todos y cada uno de los efectos convirtieron la conferencia en una lección magistral de psicología y magia [Confeti], y debo decir que aún habiéndose pasado del límite de tiempo no se hizo larga, casi al contrario. Si tenéis oportunidad de verla no os la perdáis, porque os arrepentiríais, os lo aseguro.

Al salir del pabellón aprovechamos para tomar un tentempié y nos dirigimos al teatro, donde tendría lugar la Gran Gala Internacional. Aunque no le guste hacerlo, al final nuestro querido amigo Luis La Font dio el pistoletazo de salida como mejor sabe, y dio comienzo la gala, presentada por el monologuista Toni Rodríguez. El público no paró de reír entre número y número. Lo de este hombre no es normal, cuando saca su vena gaditana más pura no hay quien se mantenga en el sitio, todo un fenómeno [Confeti]. El primer actuante fue Magic Andreu, ataviado con algún tipo de extraño y elegante traje de época y que, con su extravagante humor, como siempre, hizo pasar un buen rato a todos (incluso al espectador, aunque no lo parezca), como en los buenos tiempos. Como guinda a su número acabó con la producción de su propio nieto, algo que resultó bastante emotivo [Confeti]. Le siguió Andy González, que presentó su ya clásica rutina de manipulación de CD’s a un ritmo trepidante y después su característico y musical (nunca mejor dicho) número. No diré nada más para quien no lo haya visto porque sería desvelar la identidad del asesino en una película de misterio, pero merece la pena decir que es un número muy mágico, con una puesta en escena fantástica y la imagen final preciosa y muy cuidada a la par que elegante [Confeti]. El primer artista de fuera de nuestras fronteras resultó ser Aldo Colombini, del cual, después de sus muestras de genialidad, no sabíamos muy bien qué esperar. Pero fue in crescendo; de gags cada vez mejores a mejor magia en cada efecto. Mención especial el divertidísimo y mágico “Siempre seis”, distinto al que presentó en la gala de close-up, el desternillante cambio de color de los pañuelos, y finalmente, ayudado por su esposa Rachel, una rutina de aros chinos muy bonita y mágica [Confeti]. Y mientras tanto, Toni Rodríguez seguía contándonos sus múltiples vidas… Andrely, desde Brasil, fue el encargado de seguir con la magia, llegando a producir hasta seis palomas (ya lo dicen los clásicos, “siempre seis”…) y de forma muy limpia, he de añadir. Un número muy bien ejecutado técnicamente, desde luego [Confeti].

Y llegó el momento de la gran estrella del congreso: Jeff McBride. Asistido puntualmente y cuando era necesario por Fernando, el traductor, que estuvo pendiente de todo [Confeti], la estrella abrió con su más que popular número de máscaras con una fuerza impresionante. Del público sacó a uno de los magos más jóvenes que asistieron a Almussafes para hacer su versión de “El sueño del avaro”, y no solamente le dio juego, sino que supo exprimirlo al máximo consiguiendo transmitir sensaciones al público hasta que explotaron en aplausos. Algo más calmado y espiritual fue el efecto de los “Tazones japoneses”, pero consiguió igualmente propagar la energía que emanaba a todo el teatro. Por último, quiso deleitarnos con una maravilla de número. La filosofía de McBride está patente en cada uno de sus efectos, y en éste lo anunció así expresamente: “(…) Las Vegas es la ciudad con más luz del mundo, y allá donde hay luz, hay magia (…)”. De esta manera presentó su increíble “Illumination”; quien no haya visto a este artista en directo no se hace a la idea de la cantidad de emociones que surgen de él y que llegan desde el escenario. El teatro se llena con la magia y no sólo con los efectos, sino con su energía, como bien decía en la conferencia, con la energía que consigue transmitir a todo y a todos. Fue un número tremendamente bonito, y la sensación final sencillamente indescriptible [Confeti].

Mientras muchos acudieron a la gran cena de gala, y por otro lado tenía lugar el segundo pase del espectáculo exclusivamente para público, nosotros fuimos del teatro a “otra cena” (mención a Christian Miró por esas cervezas, ¡un abrazo monstruo!) Aquí el gran La Font nos brindó, además de una foto para el recuerdo [Confeti], el camino hacia el catering post-show. 13-con-la-fontAunque llegamos un poco tarde nos hicimos fuertes en la mesa, y puedo asegurar que estaba todo delicioso (mención especial también para Adela, que nos trató como de la familia ofreciéndonos todo lo que necesitáramos). De hecho, hicieron falta más de un par de tragos para bajar la cena… [Confeti]. Y a ello fuimos a los bares, a disfrutar de unos tragos mientras los monstruos y amigos hacían magia por doquier. Al entrar al “Magenta” parecía que el ambiente estaba más tranquilo que la noche anterior, pero según empezaron uno en cada mesa, la gente se fue juntando y llamando a sus amigos para que vieran más y más magia. Esta vez fue aún más intenso que la noche anterior, más magia, más horas, más gente. Y por supuesto más risas [Confeti]. Una vez en el “Cabala” me senté a la mesa con Woody Aragón y compañía a disfrutar de una buena conversación de magia y risas con una gran jarra de mojitos, y nos dieron las mil. Y es que el tiempo vuela cuando lo pasas tan bien [Confeti]. Pero cuando pensábamos que la noche no daba más de sí, aún hubo un reducto de magos que, cual galos rodeados de romanos, aguantamos la lucha hasta el final, y todavía nos mantuvimos en pie sin hacer nada concreto, simplemente pasándolo bien en compañía unos de otros, durante más de una hora [Confeti].


Se acercaba el final, y el domingo nos levantamos con mucho sueño pero muy buen sabor de boca. El fin de semana había prometido mucho, y había cumplido, desde luego. Pero aún nos quedaban cosas por disfrutar. Después de un apurado desayuno en el hotel [Confeti] nos dirigimos al pabellón, donde tendría lugar la conferencia de Bodie Blake. (sin comentarios...) .Durante la feria mágica apuramos todos un poco más nuestros bolsillos y se pudieron ver regalos a diestro y siniestro en muchas de las casetas. 14-momento-del-concurso1De ahí a ver el concurso de street magic (en el que La Varita Mágica “colaboró un poquito”), que contó con un gran nivel en todos los participantes y repartió buenas dosis de magia entre todo el público, con el parque lleno de grupos más grandes o más pequeños de espectadores. Y como la conferencia y el concurso se solaparon parcialmente, al final ganó la batalla el concurso, aunque la conferencia tuvo su público, probablemente el que no asistió a la gala del día anterior… [Confeti]. Lo cierto es que Luis La Font andaba ya algo inquieto, como la Dama del Gran Arturo, y es que finalmente tocaba el acto de clausura del congreso. Este año la gala contaba con una presentadora que, nada más encadenar tres palabras, nos dimos cuenta de que era una profesional del medio. Locutora de radio o presentadora de televisión, conseguía darle mucha serenidad a un acto que por tradición se había convertido en una reunión de colegas con un maestro de ceremonias. Y, no nos engañemos, todos estábamos esperando a que La Font se arrancara y la ceremonia de clausura tomara su tinte habitual, y así fue. Con su genial desparpajo La Font iba llamando a todos los artistas y demás colaboradores del evento, entremezclado con las puntas lanzadas a Charly, otro clásico de Almussafes, y todo ello siendo observado por un alcalde que, pese a que algunos lugareños calificaban de reservado y acatado, estaba disfrutando como un enano de aquel ambiente tan distendido. Y ahora sí, con las autoridades del Ayuntamiento con el Excmo. Señor Alcalde de Almussafes Don Albert Girona como principal, lo primero que tuvo lugar fue la mención especial para Bernardo de las Heras, “Beherman”, como Mago de Honor 2009 [Confeti]. A continuación se procedió a la entrega de premios del concurso de street magic, que recayeron en:

- 1er Premio: Nuel. [Confeti]

- 2º Premio: Mago J. [Confeti]

- 3er Premio: Dalvi. [Confeti]

Con gran alegría fueron recogiendo su premio cada uno de los afortunados, hasta que Beherman dedicó unas palabras con una emoción y un cariño admirables. Lo cierto es que, para los que estuvimos allí, aunque fue tan sólo un momento, fue realmente emotivo [Confeti].

15-acto-de-clausuraY ya únicamente quedaba despedir y agradecer su labor a todos y cada uno de los artistas que habían participado en el XVII Encuentro Internacional de Magos de Almussafes 2009, incluido por supuesto todo el personal de la organización, los técnicos y todos los que ayudaron de alguna manera a que éste fuera un congreso mucho más que memorable para todos [Confeti]. Lo sentí mucho por La Font, que no le gusta estar presente en estos jaleos… ¡pero para no gustarle lo hace de maravilla!


Así que, sin más que añadir al evento, sólo queda desde aquí dar las gracias y la enhorabuena a todo el personal de la A.V.I., por haber hecho un trabajo tan extraordinario, y muy especialmente a Luis La Font, porque sin él esto no hubiera sido posible, y porque nos hizo sentir como en casa a todos los que estuvimos allí. Es un gran hombre, que sabe estar en los detalles y darle importancia a lo que realmente la tiene, las personas. Para que quede bien plasmado por escrito, Luis, GRACIAS y ENHORABUENA [Confeti].


Y tocaba emprender el camino de regreso. Por desgracia no había tiempo para quedarse a la gala para público que tendría lugar por la tarde, pero nos consta que fue fantástica, así que felicidades a todos los que participaron en ella [Confeti]. Durante el camino de vuelta a casa tuvimos grandes no, enormes momentos de risa en el coche y una parada para comer absolutamente grandiosa, donde nuevo la risa fue la protagonista, sin faltar la magia, claro. A la altura de Requena decidimos parar en un restaurante llamado "La Pinada", un sitio que recomiendo encarecidamente a todo el que tenga la oportunidad de ir. Comimos un arroz meloso con carabineros, unos secretos de cerdo y un combinado de carne, además de unos postres que quitaban el sentido, y es que estaba todo absolutamente delicioso, con una presentación bien cuidada y a un precio razonable. Durante la comida no hicimos más que reír, contar chistes, hacer nuestras bromas, quedarnos con el personal que inmediatamente quisieron formar parte de ese buen rato y nosotros lo agradecimos y, por último, como no, un poquito de magia. De verdad, no dejéis de ir a este sitio (www.lapinadarequena.com) si tenéis oportunidad, porque es fantástico, se come de maravilla y el trato de todo el pesonal es magnífico. ¡Gracias a todos los encargados de hacernos pasar tan buen rato en "La Pinada"!

Nos vemos en la próxima, espero…