Efectivamente, ha sido un fin de semana intenso. Después de llegar a Oviedo a altas horas de la noche el viernes (no tan altas como a las que llegó el C.M. [Comando Maño]), nos dimos una vueltecita de reconocimiento llegando al "mítico Noctámbulos", donde entablamos un primer contacto con el ambiente de fiesta astur.
Al día siguiente, nada de madrugar, nos enganchamos directamente a la comida una vez llegaron los conferenciantes. Tres botellas de sidra antes de entrar al salón y después a gozar del menú y de los escanciadores de mesa (junto con accidentes de vasos rotos, claro, siempre hay algún ansioso... ) de "High Design", reconocido por el propio Laso.
Después de la comida, nos dirigimos a la Parroquia de San Melchor, si no recuerdo mal, donde tendría lugar la mágica conferencia, y digo mágica en muchos aspectos. Efectivamente, el que no la vio se perdió algo grande, lleno de detalles, sutilezas y comentarios fantásticos por parte de Miguel Ángel Gea, Miguel AJO y Jose QueSoyYo. No diré mucho más de la conferencia en sí, únicamente que estoy deseando sacar un hueco (grande) para leer las notas, porque los comentarios sin duda tienen un gran valor para los interesados en la teoría mágica. Y es que dedicar una conferencia a los maestros Arturo de Ascanio, Juan Tamariz, Pepe Carroll, Miguel Gómez, Gabi y Miguel Aparicio no puede resultar trivial se mire por donde se mire. Fueron unas cinco horas intensas, llenas de humor y simpatía, admiración por el esfuerzo y el trabajo presentado y agradecimiento, al menos por mi parte, del cariño con el que se hizo y se ofreció. Yo quiero dar las gracias y plasmarlas aquí a los tres amigos que nos dieron lo mejor de lo que tenían y con tanta ilusión. Gracias a los tres, y enhorabuena porque lo que mostrasteis es realmente brutal.
Y después de la conferencia con merienda incluida, cena abundante (ya sabemos cómo es Asturias) y magia por doquier. Desde antes de salir del restaurante hasta cerca de las 9:30 de la mañana no paramos de hacer magia. Algunos nos animamos en la recta final y nos pedíamos permiso para interrumpir a los otros con otro juego, algo que me resultó muy divertido. Realmente lo disfruté como un enano y, sin duda, mereció la pena la paliza del fin de semana, porque uno acaba cansado, lógicamente.
Fue un placer compartir todo ello con Gea, Miguel y Jose, con Pablo y su legión de maños, con los que me reí de lo lindo y compartí cantidad de magia (Jesús y Chema, especialmente), con Ignatius, que nos acompañó fugazmente (otro abrazo, niño), con Fer "Busy" y Javi Santos, compañeros de viaje, risas, conversaciones y anécdotas, y con el resto de leoneses y astures. Gracias de verdad a todos por un fin de semana intensamente mágico. Y, por supuesto, gracias especialmente a Carlos Laso, quien desde el primer momento se ofreció para todo lo que hiciera falta sin pensarlo, y quien lo tenía todo muy bien organizado para que no nos faltara de nada, desde el alojamiento hasta el último culín de sidrina. Carlos, muchas gracias de corazón, ha sido un auténtico placer conocerte y estar unos días allí contigo (y tener una merienda de P.M.).
¡¡Ah, y genial por todos los chistes, ya sabéis cómo las gasto yo!!
Muchas gracias a todos.
