jueves, 9 de abril de 2009

La llama

La de la ilusión, la magia, el trabajo y el esfuerzo. Esa especie de inspiración que de vez en cuando llega y te arrasa, como si fuera una huracanada ráfaga de viento, que pasa a través de ti y despierta todos tus sentidos y tus ganas de crecer. A veces esa llama es el resultado de acercar "La Chispa Adecuada" (gracias HdS) al fuego latente en nuestro interior, una chispa que bien puede ser una reflexión, una actuación, una conferencia, una frase, simplemente un juego, o un libro, o sólo el hecho de irse a dormir y dejar a tu cabeza que vuele por donde quiera, que tu mente divague y deambule por lugares fantásticos y situaciones deseadas.


A veces es en estos momentos cuando se nos revela un efecto, o un método, cuando menos esperamos y de repente, ¡plas!, ahí está la idea que necesitamos, la inspiración necesaria. No seáis perezosos; si eso ocurre, levantaos corriendo de la cama, coged lápiz y papel y apuntad todo lo que tengáis en la cabeza. Al día siguiente volveréis a mirar el papel y, tal vez no con la llama tan encendida, pero con el ascua aún incandescente, podréis recuperar ese efecto o esa idea que os llegó como caída del cielo.


Otras veces es sólo el observar, el escuchar, el atender a alguien. Hay veces que olvidamos ser espectadores nosotros mismo, y no debemos dejar que eso ocurra. Debemos ser espectadores, debemos ver magia, debemos volver a ser profanos y admirar la belleza del efecto. Ya que tenemos la capacidad de valorar detalles, métodos y sutilezas, hagámoslo, pero no descuidemos la visión del profano, del que espera ver y sentir magia. Recordemos siempre que nacimos profanos y hacemos lo que hacemos para ellos luego, por descontado, debemos seguir siéndolo siempre que podamos. No nos dejemos engañar por los que piensan que la magia debe ser para magos. No, la magia ha de ser para público, independientemente de que queramos superarnos como magos engañando a otros magos, lo cual es fantástico. Pero es el público el que tiene la palabra, el que siente, el que mira, el que ve un movimiento que no es natural, el que capta la sensación de tensión, el que llega a tener la atención que merece, y el que nos va a dar todas las pistas para continuar una línea de trabajo y de actuación. Cuando no sepáis qué hacer, pensad que estáis en el público y preguntaos cómo deberían ver los espectadores ese movimiento que os preocupa. Basaos en lo que debería ver para crear lo que queréis que vea, y tendréis la solución. Ahora, si queréis engañar a magos, habrá que pensar de otra manera (que siempre es divertida...).


Pero al punto que quiero llegar de verdad es al siguiente. ¿Qué pasa con esa llama? ¿De dónde sale y cómo podemos hacer que siempre se mantenga encendida en nuestro interior? ¿Qué necesitamos para que no se apague nunca y, si lo hace, poder encenderla cuanto antes? En mi opinión, la respuesta es la propia llama. Aunque suene extraño, si necesitamos un impulso para nuestra magia, lo conseguiremos en la propia magia. Id a un espectáculo (uno bueno, por favor), una conferencia, un buen libro o incluso algún vídeo. Si podéis acudir a uno de esos encuentros y congresos donde sólo se respira magia por cada rincón, y si tenéis la oportunidad de compartir apenas unos minutos con un gran mago, de esos que destilan energía y magia simplemente con hablar, entonces podréis encontrar la llama incombustible. Siempre que decaigáis en ello, aunque no tengáis tiempo, aunque os cueste esfuerzo, aunque las ideas parezcan desaparecer de nuestro camino, seguid en ello, buscadla, buscad esa llama y acabará apareciendo.


Ojalá siempre que necesitemos nuestra llama la encontremos. Últimamente yo siento ese calor dentro y deseo encontrar la manera de que la llama no se apague. Pero puedo asegurar que el contacto entre magos y la filosofía de la magia es lo que más alimenta esa llama incipiente para que aumente y se convierta en una auténtica hoguera. Alimentadla y crecerá, y si se extiende como un incendio espontáneo, entonces no habrá quien la sofoque. Pero hay que buscarla.


Bebed agua para estar sedientos, y poder beber más agua.

4 comentarios:

Hector Mancha dijo...

bebamossss agua mennnnnnn

Carlos dijo...

Todo arde si le aplicas la chispa adecuadaaaaaaaaaaaaaa

Estemos atentos a esas chispas que nos enciendan la llama y sobre todo trabajemos para que no se apague...

Gustavo Lorgia dijo...

SUPERFELICITACIONES....
Estupendo blog, muy buenos y completos comentarios.
Magicamente realizado.
Un abrazo hermano.
Gustavo Lorgia

Anónimo dijo...
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